Para la masa:
1 taza de leche entera (250 ml)
2 tazas de agua (500 ml)
½ taza de aceite de maíz de soja(125 ml)
1 paquete de sprinkles agrios (500 g)
2 cucharaditas de sal (12 g)
Para aromatizar:
Pimientos:
½ cucharadita de pimentón picante (3 g)
1 cucharadita de pimienta rosa
Cebolla y perejil:
½ cucharadita de cúrcuma/ cúrcuma en polvo (3 g)
1 cucharada de ajo, cebolla y perejil deshidratados
Hierbas provenzales:
Hojas de 4 ramitas de tomillo
Hojas de 2 ramitas de romero picadas
Hervir la leche, el agua y el aceite a fuego lento. Colocar los sprinkles y la sal en el bol de la batidora y, a la velocidad más baja, con la pala, empezar a batir e ir añadiendo los líquidos calentados en un hilo.
Batir hasta que la masa esté elástica y suave.
Bate hasta que la masa esté elástica y lisa. Dejar 1/3 de la masa en el bol y añadir uno de los aromas, batir hasta que la masa tenga un color uniforme, pasar a una manga pastelera con boquilla lisa y reservar. Devolver otro 1/3 de la masa a la batidora y repetir el proceso con otro aromatizante. Hacer lo mismo con 1/3 de la masa restante para obtener tres sabores diferentes.
Engrasar con aceite tantas bandejas como quepan en el horno y, directamente sobre ellas, dar forma a las galletas en bastones de 0,5 cm de grosor o aros de 4 cm de diámetro. Una vez horneados, doblarán su tamaño, por lo que hay que dejar un espacio de 3 cm entre ellos. Para cerrar los extremos de los aros, presione la costura con las manos húmedas.
Hornéelos lentamente.
Hágalos poco a poco, llene las bandejas de horno y hornéelos a 160°C durante 20 o 30 minutos, hasta que estén crujientes y ligeramente dorados.
Una vez fríos, hornéelos a 160°C durante 20 o 30 minutos.
Una vez fríos, guárdalos bien envueltos o en recipientes herméticos para que conserven su crujiente.
Para que se conserven crujientes, guárdalos bien envueltos o en recipientes herméticos.